Mi elección ¿Es realmente mía?

En ese momento estaba en una
encrucijada, sin saber exactamente lo que iba a hacer en el instante en que
tuviera que elegir una carrera, ni siquiera sé cuales son mis habilidades. Me
gusta hacer tantas cosas y ¿cómo se puede averiguar si eres bueno en algo o no?
Creo que cuando algo te gusta mucho,
lo intentas y lo vuelves a intentar hasta que lo logras. Ese ha sido mi pensamiento
desde que tengo memoria, pero dentro de esos recuerdos aparece como una vaga
idea todo lo que mis padres me decía siendo niña y en mi etapa de adolescente.
Mariana tienes que estudiar Medicina,
porque así puedes poner un consultorio y no te quedas sin trabajo, por lo menos
eso es lo que he escuchado de mi madre, todo el tiempo y no se diga de mi padre.
¿Por qué no estudias Derecho?, puedes poner un despacho y ganar mucho dinero si
entras al gobierno, bla, bla, bla.
De verdad es muy difícil saber qué
habilidades tiene cada persona, y si los padres te enredan con los sueños que
tienen o fabrican para ti, ya estuvo que te amolaste. Pensaré bien lo que
quiero estudiar, analizaré aquello en lo que siento que soy buena o que se me
facilita. Ahora que recuerdo, desde pequeña me ha gustado leer. Mis tías y mis
abuelos siempre me regalaban algún cuento, que de repente veían en la librería,
les gustaba y me lo compraban, sin embargo nunca pasó por mi cabeza volverme escritora.

Después del sermón que duró
alrededor de dos horas tratando de convencerme de estudiar una carrera que me
deje dinero (bueno hay escritoras que ganan mucho ¿no?), como Ingeniería en Computación,
o Ingeniería en Sistemas, o Medicina, algo así escuche, en verdad no estaba
prestando mucha atención; yo no entiendo porque los padres se empeñan en que
sus hijos estudien algo que no les llama la atención, no sé dan cuenta de que
cuando algo nos apasiona le ponemos más empeño y podemos lograr obtener los
beneficios económicos que se derivan del trabajo y el esfuerzo que ponemos en
esa actividad.
Si todos fueramos médicos o
ingenieros o arquitectos o matemáticos que ocurriría con la belleza en el arte,
la pintura, la literatura, la música, la danza, el teatro y todas esas manifestaciones
que ponen en orden nuestro sentir. Nuestras emociones explotan al máximo cuando
escuchamos la música que nos gusta, el cuerpo se mueve y se emociona cuando
observamos a una bailarina o bailarín representar la belleza del movimiento a
través de su cuerpo. Y qué hay de los sentimientos que te produce una buena actuación
capaz de arrancarte una lágrima o una carcajada; o en la literatura donde recreas
mentalmente los lugares, personajes, ambientes y escenarios a los que te traslada
el autor; y qué hay de la fotografía, en donde aparentemente siendo una imagen
estática el fotógrafo logra captar la belleza de las cosas, de los paisajes, de
las personas o de los simples objetos que nos rodean. No, definitivamente, no
todos podemos estudiar las mismas carreras, las más conocidas, las que en la
familia se han estudiado por generaciones. Afortunadamente los tiempos cambian
y el ser humano ha desarrollado otras habilidades otros saberes. Creo que me
estoy acercando a lo que realmente quiero estudiar, correré el riesgo.
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