miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sesión 2



Mi elección ¿Es realmente mía?



De repente me perdí, no sabía que hacer ni a quien acudir. ¿Por qué demonios decidían por mí? ¿Quién les da el derecho de hacerlo sin consultar? Está bien que son mis padres, pero eso no significa que pueden decirme lo que tengo que hacer con mi vida.
En ese momento estaba en una encrucijada, sin saber exactamente lo que iba a hacer en el instante en que tuviera que elegir una carrera, ni siquiera sé cuales son mis habilidades. Me gusta hacer tantas cosas y ¿cómo se puede averiguar si eres bueno en algo o no?
Creo que cuando algo te gusta mucho, lo intentas y lo vuelves a intentar hasta que lo logras. Ese ha sido mi pensamiento desde que tengo memoria, pero dentro de esos recuerdos aparece como una vaga idea todo lo que mis padres me decía siendo niña y en mi etapa de adolescente.
Mariana tienes que estudiar Medicina, porque así puedes poner un consultorio y no te quedas sin trabajo, por lo menos eso es lo que he escuchado de mi madre, todo el tiempo y no se diga de mi padre. ¿Por qué no estudias Derecho?, puedes poner un despacho y ganar mucho dinero si entras al gobierno, bla, bla, bla.
De verdad es muy difícil saber qué habilidades tiene cada persona, y si los padres te enredan con los sueños que tienen o fabrican para ti, ya estuvo que te amolaste. Pensaré bien lo que quiero estudiar, analizaré aquello en lo que siento que soy buena o que se me facilita. Ahora que recuerdo, desde pequeña me ha gustado leer. Mis tías y mis abuelos siempre me regalaban algún cuento, que de repente veían en la librería, les gustaba y me lo compraban, sin embargo nunca pasó por mi cabeza  volverme escritora.
¿Qué carrera se estudia para ser escritora? No sé, pero preguntaré en la escuela, tengo que tomar mi decisión en estos días, no sé si comentarles a mis padres, en fin, se los diré y enfrentaré las críticas que sé que esto va a ocasionar.
Después del sermón que duró alrededor de dos horas tratando de convencerme de estudiar una carrera que me deje dinero (bueno hay escritoras que ganan mucho ¿no?), como Ingeniería en Computación, o Ingeniería en Sistemas, o Medicina, algo así escuche, en verdad no estaba prestando mucha atención; yo no entiendo porque los padres se empeñan en que sus hijos estudien algo que no les llama la atención, no sé dan cuenta de que cuando algo nos apasiona le ponemos más empeño y podemos lograr obtener los beneficios económicos que se derivan del trabajo y el esfuerzo que ponemos en esa actividad.
Si todos fueramos médicos o ingenieros o arquitectos o matemáticos que ocurriría con la belleza en el arte, la pintura, la literatura, la música, la danza, el teatro y todas esas manifestaciones que ponen en orden nuestro sentir. Nuestras emociones explotan al máximo cuando escuchamos la música que nos gusta, el cuerpo se mueve y se emociona cuando observamos a una bailarina o bailarín representar la belleza del movimiento a través de su cuerpo. Y qué hay de los sentimientos que te produce una buena actuación capaz de arrancarte una lágrima o una carcajada; o en la literatura donde recreas mentalmente los lugares, personajes, ambientes y escenarios a los que te traslada el autor; y qué hay de la fotografía, en donde aparentemente siendo una imagen estática el fotógrafo logra captar la belleza de las cosas, de los paisajes, de las personas o de los simples objetos que nos rodean. No, definitivamente, no todos podemos estudiar las mismas carreras, las más conocidas, las que en la familia se han estudiado por generaciones. Afortunadamente los tiempos cambian y el ser humano ha desarrollado otras habilidades otros saberes. Creo que me estoy acercando a lo que realmente quiero estudiar, correré el riesgo.


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